viernes, 31 de julio de 2009

Letanías de Satán


¡Oh, tú, el más sabio y el más bello de los ángeles,

dios traicionado por la suerte y privado de alabanzas!

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Oh, príncipe del exilio, a quien se le ha hecho un agravio,
y que, vencido, siempre te levantas más fuerte,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú que lo sabes todo, gran rey de las cosas subterráneas,
sanador familiar de las angustias humanas,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú que, lo mismo a los leprosos que a los parias malditos,
enseñas por el amor el gusto del Paraíso,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú que de la muerte, tu vieja y fuerte amante,
engendras la esperanza -¡una loca encantadora!

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú que haces al proscrito esta mirada calma y alta
que condena todo un pueblo alrededor del patíbulo,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú que sabes en qué ángulos de las tierras envidiosas
el Dios celoso escondió las piedras preciosas,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!


Tú, en quien la mirada clara conoce los profundos arsenales
donde duerme amortajado el pueblo de los metales,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú, en quien la larga mano esconde los precipicios
al sonámbulo errante al borde de los edificios,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú que, mágicamente, ablandas los viejos huesos
del borracho tardo atropellado por los caballos,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que para consolar al hombre frágil que sufre,
nos enseñas a mezclar el salitre y el azufre,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que pones tu marca, oh, cómplice sutil
en la frente de Creso despiadado y vil,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Tú, que metes en los ojos y en el corazón de las muchachas
el culto de la llaga y el amor de los andrajos,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Bastón de los exiliados, lámpara de los inventores,
confesor de los ahorcados y de los conspiradores,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

Padre adoptivo de estos que en su negra cólera
del paraíso terrestre ha expulsado Dios Padre,

¡Satán, ten piedad de mi larga miseria!

- CHARLES BAUDELAIRE -

domingo, 26 de julio de 2009


Fin del juego(Julio Cortázar 1956):

Solía leer este libro de chica, porque particularmente había un cuento q me gustaba mucho...

Continuidad de los parques:

Había empezado a leer la novela unos días antes.
La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrir la cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles.
Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos.
Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer.
Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. La luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.

RoZiO (sho)


Mi sangre es tan negra como el oscuro universo, y no hay estrellas en medio de ella, solo una negrura que te hace caer en un abismo mortal si la observas con atencion







FREEZING MOON

Everything here is so cold
Everything here is so dark
I remember it as from a dream
In the corner of this time
Diabolic shapes float by
Out from the dark
I remember it was here I died
By following the freezing moon..
It's night again
Night you beautiful
I please my hunger
On living humans
Night of hunger
Follow it's call
Follow the freezing moon..
Darkness is growing
Eternity opens
The cemetery lights up again
As in ancient times
Fallen souls die behind my steps
By following the freezing moon..